lunes, 1 de noviembre de 2010

Carta desde el recuerdo

Hace tiempo conocí a un sabio, el cual lleno mi vida, de historias algunas de fantasías pero otras que eran ciertas, quiero contarte lo que ese sabio me enseño, lo que al tiempo su fruto dio, paso alegrías, tristeza y penas, pero nunca lo vio como una condena, trato de explicarme el porque de las cosas, porque el viento de levante sopla, porque cuando el día amanece nublado los pájaros vuelan bajo, para todo tenía una explicación, para todo una conclusión, yo sorprendido, aprendía, el siempre me repetía aprovecha el tiempo tan solo son dos días, mi mente pequeña y medio risueña, no le comprendía, ahora ya paso el tiempo, era cierto tan solo son días. Nunca equivocado estuvo, porque el me decía, no es mas hombre el que más grita, ni el que mas fuerte pega sino el que mejor habla, es honesto y honrado, busca la salida y siempre en el camino ve plantando las semillas, que ya te llegara el día de recogida, y una vez más callado, en mis adentro me decía, no comprendo tus palabras, pero dentro de mi pecho seguían, instruyendo al joven aprendiz, que a todos los lados te perseguía. Poco a poco, tus palabras en mi encendían en mi, un faro que algún día, sería mi guía, me diste la flor, me diste las semillas, hiciste de mi lo que soy hoy en día, horas y horas pasamos hablando, fuiste sabio, amigo, tutor, consejero, compañero y maestro, fui por siempre tu alumno predilecto, tu ojo derecho, pusiste en mi tu fe, y en mi corazón muchos recuerdos. Tenías razón guarda siempre en tu mente imágenes y pensamientos, porque tarde o temprano solo somos eso recuerdos, esa frase quedo grabada en lo más profundo, en lo más escondido de mi subconsciente, en la parte más oscura dentro de mi cuerpo, nadie sabe cada uno de esos momentos, en los que yo te confesaba y tu me dabas sabios consejos, llegado ese momento tu me mirabas y ya sabias que me preocupaba, que era lo que sentía, me dejabas tranquilizarme, sosegabas mi alma, y entonces tu me aconsejabas, en ciertos momentos yo dudaba, si era cierto, o si ese consejo me ayudaba, hizo mella en mi esa oscuridad que ahora me traga, que me vuelve un naufrago en un mar helado, triste y sin rumbo, simplemente me dejo llevar, buscando esa luz, esa luz que antes brillaba, esa luz que en mi se guardaba, esa luz que me guiaba . Sin darme cuenta ese fuego se apagaba, pero en mi la leña ardía, poco a poco, tu la avivabas, pero yo necio de mi, no me di cuenta que tu llama se apagaba.
Tus últimos consejos, en mi mente seguirán grabados, la felicidad es relativa, no se encuentra ni se busca, en algún día en algún momento te llega y tu último consejo, el amor siempre es cosa de dos, no te empeñes en querer si no hay amor, porque querer se quiere de muchas formas, amar solo se ama de una.
Te doy las gracias, ya se que ahora ando en un mar de lágrimas, que tu no me diste tu sabiduría para que ahora este así, sabes que no lloro que prefiero sonreír, aunque por dentro siempre haya una batalla que nunca tiene fin, lo siento, se que no me pude despedir, me arrepiento de ese momento, no hay día que no llegue a mi ese recuerdo, nadie lo sabe, mi carga sigue subiendo, a veces toco fondo, y sin querer me digo hundiendo, ahora ya no estas, para darme uno de esos consejos, dichos o proverbios, sigo intentándolo, pero ya comienza a fallar mi cuerpo, acuérdate de esto, te agradeceré mientras viva cada uno de esos cuentos, cada una de esas caricias en mi pelo, te agradeceré por siempre haber sido más que un padre, haber sido el mejor sabio, el mejor de los seres que tuve cerca, y que me enseño a ser, mejor persona aunque hoy me este hundiendo. Creo haber encontrado esa luz, que me guie, esa luz que me hace mirar al cielo, buscar una estrella que me ilumine en el infinito firmamento, pero siempre que más me acerco se aleja, es un fuego , una llama, a la cual quiero transmitir, tus sabios consejos, ya no hace como hacerlo, como hacer entender, que poco a poco me voy consumiendo, sintiéndome solo , cada vez más perdido, cada vez me falta más el aliento, necesito que vengas y me ayudes con esto, se me va la luz, y yo siempre seguiré sonriendo, seré un muerto en vida, pero al fin y al cabo terminare siendo cenizas, ayúdame a ver el camino, dame la fuerza , déjame que yo escriba mi destino, devuélveme mi verdadera sonrisa, solo un consejo para tu fiel alumno, todos me ven como un adulto, pero me quede en ese niño que junto a ti se mantuvo, sigo siendo ese niño que en su infancia vivió un mundo, sigo siendo ese niño ilusionado por un cuento tuyo, sigo atrapado en este niño, que cada día recuerda cada cosa que le diste, cada cosa que le dijiste, cada momento que me brindaste, hazme ver cual es mi fallo, que mal hago, porque siempre veo todo lo malo, porque sigo sufriendo si cada vez menos hago, porque hago daño si cayo.
Ya va quedando menos para la despedida, despedida que no pude hacer, despedida que lleva años encerrada en mi, despedida que no quiero oír, porque es la palabra que más odio en esta vida, que es la palabra que más daño me hace cada día, no puedo decirlo, porque en aquel día de mi boca no salía, prefiero decirte gracias por lo que me diste, gracias por lo que me enseñaste , gracias por ser mi maestro y por ser más que un padre, prefiero un hasta luego a una despedida, porque ya llevo un día de esos dos que tu me decías, gracias por todo y perdón por no darte mi despedida.
Gracias por existir
Y hacer un hombre
De mí. Hasta pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario